Es muy habitual que tengamos una serie de ideas preconcebidas cuando nos enteramos de la existencia de un préstamo preaprobado, lo que hace que lo percibamos y las consecuencias de contratarlo de forma un tanto incorrecta.
¿Qué es un préstamo preaprobado?
Muchas personas creen que un préstamo que ha sido preaprobado significa que podemos solicitarlo sin tener que pasar por el proceso de aprobación de la solicitud. Incluso hay otros que piensan que apenas tenemos que rellenar una solicitud: basta con hacer clic en «Lo quiero» y el dinero estará en nuestra cuenta de inmediato. Sin embargo, esto no es en absoluto así.
Los préstamos preaprobados suelen ponerse a disposición de los clientes de ese banco o del banco que concedió la preaprobación. Algunos procesos pueden acelerarse ligeramente si se obtienen los datos de estos clientes. En realidad, es posible calificarlos de préstamos más rápidos, que serían comparables a los que se anuncian en televisión y se ponen a disposición en un formulario que permite solicitarlos con rapidez. Los importes que conceden no son especialmente elevados, al igual que aquellos préstamos.
Las entidades pueden agilizar el proceso si disponen del historial de datos anteriores del cliente, pero esto no las exime de la necesidad de cumplir todos los requisitos previos antes de aprobar el préstamo.
Es consciente de que se le pedirá que facilite cierta información, dependiendo de la organización a la que se dirija, pero en última instancia, los bancos quieren asegurarse de que tienen dinero suficiente para cubrir sus pérdidas y asegurarse de que usted tiene capacidad para devolver el préstamo.
¿Qué condiciones deben cumplirse para preaprobar un préstamo?
Podríamos suponer que los bancos suelen tener en cuenta cuánto dinero maneja, qué tipo de compras realiza, cuánto paga con tarjeta de crédito, si utiliza otros métodos de pago digitales, si realizas varias transacciones con la misma cuenta y si tiene varios contratos con ellos para diferentes bienes. Pero si tenemos en cuenta que la mayoría de las veces, los bancos preferirían tener este tipo de cliente -uno que domina todos los ámbitos- antes que uno que tiene que pedir dinero prestado.
Sin embargo, aunque cada banco tiene su propio proceso para elegir a los clientes a los que preaprueba un préstamo, normalmente no proporcionan demasiada información. Para ello, tendrían que invertir más tiempo y energía en crear la selección automatizada y aumentar considerablemente la complejidad del primer filtro incorporando más criterios de búsqueda. Para el banco, una búsqueda será más difícil y llevará más tiempo cuantos más factores deba introducir para filtrarla. Los bancos se centran en cosas que son más sencillas de entender utilizando los datos que ya tienen porque quieren ver un rápido retorno de su inversión.
Suelen tener en cuenta lo siguiente: la cuenta del cliente lleva abierta un tiempo, el cliente tiene fondos en la cuenta, nunca ha habido un historial de saldos negativos y no se han producido descubiertos en la tarjeta.
Suelen ser personas cuyos contratos de productos y cuentas con ese banco están al día.